viernes, 24 de agosto de 2012

ENFOQUE MONTESSORI

Aquí os dejo un artículo de JOAN TUBAU. Me parece interesante considerar su opinión ahora que el Ministerio de Educación quiere modificar el sistema educativo.



No buscábamos un alumno que respondiera preguntas, queríamos uno que las formulase.
Muchos presumen de ello pero son pocos los que consiguen cambiar el mundo. Maria Montessori, pedagoga italiana, es una de esas excepciones.
Su revolución fue aparentemente simple. Detectó importantes fallos en el sistema educativo y decidió corregirlo aplicando el método científico, determinando con ello la mejor forma de aprendizaje para el niño. Su propuesta era clara. Responsabilidad individual en un marco controlado por el profesor. Que el alumno aprendiera a su ritmo, con un sistema que respetara sus tiempos, experimentando las consecuencias de sus propias decisiones. Aprendiendo libremente sin libros que frenasen su crecimiento, sin planes docentes que dictasen su aprendizaje, sin profesores que determinasen sus límites, sin burócratas que marcasen su itinerario. Equivocándose de vez en cuando, pero mejorando después de cada error.
Su metodología aplica diferentes enfoques en función de la edad. Se considera la etapa entre los 0 y los 6 años como una fase de exploración, el mundo está allí para ser descubierto. El niño tiene completa libertad para realizar la actividad que él decida. Cuando se aburre, descansa, hasta que entre de nuevo la curiosidad por aprender. De los 6 a los 12 años es la etapa en la que aprenden a pensar de forma crítica, se crea el marco para que los niños cuestionen todo aquello que les rodea, al mismo tiempo que descubren el porqué de las cosas. Y de los 12 en arriba se le escapa un poco la propuesta de las manos, con temas como el ecologismo y la solidaridad de fondo, pero bien, perdonaremos esto último a Maria. Lo importante es que su método formaba personas independientes para un mundo que las necesitaba con urgencia.
En España los defensores del sistema son una minoría. Nosotros apostamos por un sistema mediocre que crea personas mediocres, éste es nuestro modelo. Memorizar como cabras información sin la más mínima utilidad. Uno de los argumentos a favor del sistema actual es aquella historia de las competencias básicas. Es ridículo. La única competencia básica es pensar. Que un niño no sepa hacer divisiones de dos cifras resulta irrelevante, otro niño -y futuro matemático- ya solucionará estos problemas de forma mucho más rápida. Así funciona la economía, especialización en función de nuestras aptitudes.
Al final, aprender no consistía en memorizar la revolución francesa de un libro de texto sino en buscar en Wikipedia quién era Rousseau. No era cuestión de obtener un 10 en un test irrelevante sino de cuestionar aquella verdad que se planteaba en el examen. Ni pizarras digitales, ni iPads, ni ningún otro juguete, necesitábamos que los niños aprendieran a pensar, que fueran críticos con el mundo que les rodeaba. No buscábamos un alumno que respondiera preguntas, queríamos uno que las formulase. Yo contestando en un examen cuáles eran los problemas del cambio climático, cuando el cambio climático en realidad no existía. Algunos hemos conseguido escapar del sistema pero allí seguirán los indignados proclamando que tener una vivienda es un derecho más, víctimas, todos ellos, de un modelo educativo que no les enseñó a estructurar su pensamiento.
Larry Page, co-founder y CEO de Google, estudió en una escuela que seguía el método Montessori. Es evidente que si nadie le hubiera enseñado la importancia de cuestionar lo incuestionable quizá Google habría aceptado la censura del gobierno chino, aunque claro está, si nadie le hubiera enseñado a pensar en libertad, seguramente Larry Page no hubiera inventado nunca Google.

Twitter: @joantubau


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